Dentro del mundo de los bienes raíces se viene usando mucho el término neuroarquitectura, pero a la hora de la verdad, muchos no tenemos ni idea qué es y para qué sirve. Aquí se los contamos.
La neuroarquitectura estudia el comportamiento que genera en nosotros el espacio que nos rodea, es decir, qué sensaciones a nivel cerebral y físico sentimos por el espacio en el que nos encontramos.
Lo que sentimos varia todo el tiempo. Si estamos en un lugar donde el techo es bajo, habrá una reacción analítica e introvertida, se sentirá recogimiento. Si por el contrario, es alto habrá un proceso más creativo y social.
Cada espacio logra generar una coherencia cuando todo está ordenado y acomodado brindando bienestar, pero si se genera un ambiente agradable y estético habrá además alegría, emoción y tranquilidad.
Los colores siempre han jugado un papel muy importante sean fríos o cálidos y esto se debe a que transmiten diferentes reacciones, al igual que los materiales de la decoración. Los cálidos transmitiran alegría y entusiasmo, los tonos azules y verdes, generaran tranquilidad. El rosa y el violeta aportan un poco de elegancia a tus espacios.
Contar con una iluminación correcta es muy importante. La luz es muy necesaria en nuestros espacios pues puede sumar visualmente metros de amplitud a nuestras estancias, además, la luz influye en nuestro estado de ánimo.
Para finalizar, te estarás preguntando cómo podrías aplicar la neuroarquitectura en casa, es muy fácil. Desde hace muchos siglos se habla del feng shui, un arte que nos permite activar la energía de acuerdo a como decoremos y ordenemos la casa. Por eso si quieres un espacio que te transmita diferentes sensaciones, busca un experto para que apliques las técnicas correctas que le hacen bien al inmueble a tu familia y a ti.